“¡Shema Dios Padre… el Ruajh de Dios!”

“¡Vive Cristo! Esperanza nuestra… Todo lo que Él toca, se vuelve joven, se hace nuevo, se llena de vida”. Francisco
11 de mayo en el Santuario… ¡Te espero! Nos decía la Mater con cariño y dulzura. ¿Para qué? Habrán pensado algunos… Para un retiro espiritual.

Es necesario alejarse de nuestra realidad cotidiana para encontrarme con Dios, conmigo mismo y con mis hermanos en la fe. Que también caminan a mi lado y me cuentan lo que ha sucedido en estos días por casa, en sus hogares, con su familia, en sus trabajos, con sus compañeros… preocupaciones, temores, decepciones y alma dolida. Entonces ahí, sin darnos cuenta el mismo Señor resucitado, se une a nuestro caminar y reenciende nuestros corazones abatidos (Lc 24, 13-35). ¡Eso es un retiro!

Y es espiritual porque se hace imperativo y vital alimentar nuestra alma. El primer vínculo de todo cristiano y del “Dios Padre” es con el amor a nuestra Santísima Trinidad. ¡No lo olvidemos!!! “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas. Repetirás estas palabras a tus hijos, y hablarás del amor a Dios estando en tu casa, andando por el camino, al acostarte y al levantarte” (Dt 6, 4-9).

LA MIRADA DE JESÚS
El Padre Alberto Sardá, capellán de nuestro colegio, nos presentaba la Exhortación Apostólica del papa Francisco, “Christus Vivit”. El capítulo cuatro dice lo siguiente:
❖ La primera verdad: ¡Dios te Ama! Nunca lo dudes, más allá de lo que te suceda en la vida. En cualquier circunstancia, eres infinitamente amado.
❖ Segunda verdad: ¡Cristo te salva! Sus brazos abiertos en la Cruz son el signo más precioso de un amigo capaz de llegar hasta el extremo…Mira
su Cruz, aférrate a Él, déjate salvar.
❖ Tercera verdad: ¡Cristo Vive! Si Él vive, entonces sí podrá estar presente en tu vida, en cada momento, para llenarlo de luz. Así no habrá nunca
más soledad ni abandono.

CONQUISTEMOS EL SÍMBOLO DEL ESPÍRITU SANTO
El mismo Espíritu Santo que viene animando y soplando su fuerza vital en el Dios Padre quiere quedarse en nuestra capillita y transformar nuestra comunidad.
Será un Pentecostés distinto a los demás. ¡Será nuestro Pentecostés! Dejemos que sea nuestro compañero de camino y descubrirlo en cada acontecimiento de nuestra vida. Los invito a ser testigo de esto.

Que su fuego purifique nuestra historia humana soplando su viento divino para renovar nuestra filialidad, nuestra fidelidad y nuestra fraternidad. ¡Ven Espíritu Santo, sopla y llena los corazones de tus fieles!

LA MIRADA DE MARÍA
María, la madre de Jesús y Madre nuestra, confirma con su “fiat” (hágase en mí según tu palabra) su maternal presencia. Y quiso comprometerse con el cuerpo entero, con alma y vida, poniéndose y siendo en manos de Dios. María es parte del misterio de Dios entre los hombres.

El rezo del Rosario, en efecto, aunque se distingue por su carácter mariano, es una oración centrada en la cristología. En él resuena la oración de
María, su perenne Magnificat. Con él, el pueblo cristiano aprende de María a contemplar la belleza del rostro de Cristo y a experimentar la profundidad
de su amor.

ADORACIÓN EUCARÍSTICA
“Dejémonos asombrar por el misterio eucarístico” JPII
Y no era necesario para Cristo quedarse entre nosotros. Pero quiso quedarse entre nosotros y seguir amándonos más allá de toda comprensión humana. La presencia de Cristo eucaristía son caricias para el alma. No perdamos este don maravilloso en medio nuestro, en el centro de nuestro colegio.

“La fe sin amor, te hace fanático; la cruz sin amor, se convierte en tortura; la vida sin amor, no tiene sentido.” En la Eucaristía, Cristo nos ama sinceramente, de frente, personalmente; sin caretas, sin condicionamientos. Porque el amor de Dios es así: “No es egoísta, ni mezquino, no hace arde ni se enorgullece, no busca su propio interés, ni tiene en cuenta el mal recibido…”; (Cor 13, 1-13) sino que desde la humildad, todo lo transforma en bendiciones y gracias.

SEAMOS HOGAR… COMO EN PENTECOSTÉS
“Espíritu santo, eres el Alma de mi alma, te adoro humildemente” PJK
La epifanía del Espíritu Santo en una Iglesia naciente sopló y reanimó el espíritu de los apóstoles y el de María. Y sigue soplando en el 2019… anima nuestra vida en cada esquina, en cada oficina, en cada empresa, en cada finca, en cada lucha, en cada tristeza, en cada alegría y emoción… ¡Somos iglesia! ¡Somos cristianos! ¡Somos comunidad! ¡Seamos hogar! ¡Seamos familia!

En estos tiempos difíciles, atados con vínculos de ternura, miremos como Jesús y María y construyamos una Patria de hermanos.
¡Que así sea!

ASPIREMOS A LA SANTIDAD
El cierre de nuestro encuentro espiritual con Dios, lo realizamos en el oratorio. Allí vimos un video: “Encuentro vivo con el Padre Kentenich”. Hay muchas imágenes del Padre José, pero pocos videos de su misión. En este pudimos apreciar el soplo del Espíritu Santo en su vida. Su alegría constante (a pesar de la tristeza que se observa en las fotografías de su niñez); el cariño de quienes lo rodean. Fue muy bonito verlo feliz cercano a  familias, cuyos hijos tomaban su mano. Lo vimos frente al mar con el viento soplando su rostro. Lo vimos caminar entre árboles reflexionando o rezando sereno, con una gran paz. Regalando rosarios.

Lo vimos arrodillado frente al Santísimo o celebrando la Eucaristía. ¡Escuchamos su voz y su risa o carcajada junto a un grupo de personas compartiendo la vida, compartiendo la alegría, compartiendo la misión!
No nos quedemos sólo con lo visto y oído… ¡Hagámoslo vida! ¡Dejemos que Espíritu Santo reanime el legado del Padre José en nosotros!
Y finalmente, llegó la hora de develar el “misterio de la caja verde”… Llegó el momento de los souvenirs del retiro para todos los presentes: una “Mini Mater con el Espíritu Santo” para el hogar de cada uno o para “lugar” donde necesite de modo especial el soplo del Paráclito (Jn 14, 16-26).
Profe Kelo

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