El domingo 27 de agosto de 2017 participamos como colegio en la FIESTA DIOCESANA de CORONACIÓN DE NUESTRA MADRE, NUESTRA SEÑORA DE SCHOENSTATT que se realiza cada año en el Santuario Nazareth del Padre, tierra de unidad, en La Puntilla. En esta oportunidad fue coronada como REINA DE LA IGLESIA.

Estaban presentes distintas advocaciones de la Virgen que llegaron con sus comunidades que también recibieron su corona de flores. personas de distintos lugares se acercan al Santuario para proclamarla REINA, experimentando las dificultades y enorme pequeñez nos sentimos esperanzados y victoriosos al saber que nuestra Madre vence nuestro desvalimiento manifestando sus gracias.

Este año se hizo incapiè en nuestra Iglesia, pedimos por todos: niños, jóvenes y familias pero especialmente por nuestros sacerdotes, obispos y papa Francisco en su inmensa tarea de pastores.

La jornada comenzò a las 11:30 con el izamiento de banderas, luego una conferencia del P. Leonardo Di Carlo sobre «Schoensttt en salida en la Iglesia actual» que nos impulsò a animarnos en este camino de misioneros con una inmensa misiòn de anuncio, de acompañamiento a los más débiles, a estar atentos y dispuestos a asistir, alzar, sostener a quien lo necesite.

 

El dìa nos acompañó para poder disfrutar, junto a las personas venidas de provincias vecinas un almuerzo a la canasta y a las 16hs prepararnos para la Santa Misa, momento culminante del encuentro.

Nuestros alumnos portaron las banderas en representación de toda nuestra comunidad educativa que aportó Capitales de Gracias uniènonos a los los 25 años de nuestra primera coronaciòn de nuestra Madre y Educadora en el colegio.

Luego de la misa rezamos la oraciòn de coronaciòn que transcribimos a continuaciòn, que expresa nuestros anhelos y nuestro compromiso por la Iglesia que invitamos a todos a rezar en sus casas.

Como pueblo peregrinamos por el camino adornado de banderines hacia el Santuario donde en un gesto sencillo pero muy sentido CONSAGRAMOS a la Virgen María, Nuestra Reina, al Papa Francisco en esta época de tanta controversia.

Se quemaron las ofrendas y un clima de paz y alegrìa inundó todo el espacio cubierto de familias, jóvenes, madres…

Estaba preparado para el final una generosa y bien preparada merienda de despedida que compartimos como familia.

 

ORACIÓN DE CORONACIÓN DE MARÍA COMO REINA DE LA IGLESIA – 27.8.2017

Querida Madre, Reina y Victoriosa tres veces Admirable de Schoenstatt: Desde hace 35 años que te coronamos Reina en ete Santuario de La Puntilla, poniendo en tus manos distintos pedidos. Como Madre de la Iglesia te has hecho cargo solícitamente de ellos año tras año. Hoy queremos regalarle una nueva corona y junto con el pueblo de Dios que peregrina en Mendoza proclamarte: REINA DE LA IGLESIA.

Deseamos pedirte que en estos tiempos difíciles que transitamos, como Omnipotencia suplicante, nos implores de modo especial el Espìritu Santo, Señor y dador de vida, conductor de la barca de Pedro, para que nos guíes adecuadamente como Iglesia hacia las riberas de los nuevos tiempos.

Por eso te pedimos que enciendas en nuestro corazón un ardiente amor por Tí y por tu Hijo, que haga fecunda la entrega de cada uno y sostenga a todos los miembros de la Iglesia en su constante esfuerzo apostólico.

Ayúdanos a superar con tu amor y con tu fuerza las grandes dificultades de esta época, que tu fuego nos sostenga en la construcción de una tierra de amor, una Patria de hijos y hermanos. Deseamos colocar algunas piedras especiales en tu corona: nuestras familias, nuestros jóvenes, nuestros ancianos y nuestros pobres.

Anima y asiste con tu mano poderosa a nuestros Obispos y a nuestros sacerdotes en su diaria misión de llevar a todos los hombres a Cristo. Te pedimos que tu corazón sea para todos, refugio de bondad, comprensión y solidaridad. Enséñanos a ser portadores de paz y de unidad, a no levantar muros ni divisiones entre las gentes y a acercarnos a los que sufren, ayúdanos a superar sus necesidades espirituales y materiales.

Reina de la Iglesia, únenos en un sólo corazón, a pastores, sacerdotes, religiosos y laicos, como una única Familia del Padre para que el mundo crea que contigo y en Jesús, la verdad, la justicia y el amor son posibles.

Nosotros como dignos hijos tuyos te entregamos nuestro capital de gracias preparado especialmente para este día y nos ponemos a tu disposición para la realización de esta gran tarea.

Le pedimos contigo, por Cristo, en el Espíritu Santo al Padre.

AMÉN.