El lunes 10 de febrero comenzamos formalmente con todo el personal las actividades preparatorias para el ciclo lectivo 2020.

Comenzamos en el lugar central de nuestro Centro Educativo Dios Padre, nuestra Capilla. Allí nuestra Madre nos esperaba con ternura y esperanza en este AÑO MARIANO NACIONAL. Jesús a través de su Palabra nos invitaba a buscarlo para llenarnos de vida y sabiduría. Pudimos a través de una canción decirle a nuestra Madre: NADA SIN TI, NADA SIN MI. En un momento personal de meditación, cada uno pudo dejar en la vasija lo que agradece, lo que necesita y lo que ofrece, este contrato con Ella que nos anima a empezar cada año con nuevas fuerzas y esperanzas.

Luego, como comunidad de vida, no solo de tareas sino también de corazones, pudimos compartir un desayuno. Las vacaciones, las anécdotas llenaron de risas y abrazos que parecían no querer terminar nunca.

Las Jornadas fueron por niveles, pero todas hicieron incapié en poder afianzar el trabajo en proyectos (ABP), las metodologías y formas de evaluar. Lo valioso de estos encuentros es que generan iniciativas compartidas, facilita el trabajo en equipo, el poder transmitir los saberes y capacidades de cada área para trabajar colaborativamente en proyectos concretos.

Con juegos y trabajos diversos pudimos experimentar lo que nos proponemos en nuestra pedagogía: valorar el brillo de cada uno y acompañar su desarrollo a través del otro, el ser comunitario engrandece al yo personal.

«Educar es servir deinteresadamente a la vida del otro» P.K. Que el Espíritu Santo desde nuestra Capilla nos regale sus dones para poder estar siempre al servicio de los que nos son confiados y que juntos, como comunidad nos eduquemos como personalidades libres, fuertes y apostólicas.

FELIZ COMIENZO!