Dios nos ama personalmente y nos busca constantemente. Las experiencias de elección de cada una de estas mujeres son emocionantes. Descubrir que han sido acompañadas y llamadas a esta alianza de amor es el testimonio que comparten en los encuentros.

Estas tres mujeres, no pudieron sellar alianza junto con el grupo en el que se habían preparado, muchas dificultades y trabas que no impidieron que el gran día llegara. Y en uno muy especial: la Asunción de María.

El Santuario Nazareth del Padre se llenó de gracias. Alianzas de la juventud femenina, y de la juventud masculina, luego la Santa Misa en el salón que fue preparando los corazones para el gran momento.

Ya en el Santuario, con pocas personas pero con mucha intimidad comenzó la ceremonia. El rito nos fue introduciendo en esta Alianza que comenzó en el 1914 con el Padre Kentenich y los primeros jóvenes. Escuchar palabras del Fundador dirigidas a nosotros, invitándonos a asumir nuevos desafíos para estos tiempos.

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Bendición de los símbolos, lectura de las cartas…. todas las palabras y gestos imprimían en nosotros un sello especial que quedará grabado para toda nuestra vida.

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Que nuestra Madre y Reina modele nuestro ser, nos permita servirla como instrumentos en sus manos, nos acompañe y proteja a toda nuestra familia.