En el mes del Sagrado Corazón de Jesús, mes de junio, en la Capilla vivimos una experiencia vital con los alumnos de 1er grado, de ambos turnos. Consagramos todo nuestro ser a María. Ella es nuestra mamá del cielo y nos cuida mucho porque nos ama mucho.
Ella vio crecer a su hijo Jesús, cuidó su mirada para que siempre pudiera admirar la naturaleza que papá Dios creó y para que sus ojos fueran tiernos al ver un niño caído o una mascota que sufre. Y también hoy quiere proteger nuestros ojos y nuestra mirada para que sea de amor.
También cuidó de los oídos de su niño Jesús por eso siempre le decía palabras bonitas que lo animaran a ser cada día mejor, como: ¡Confío en vos!! ¡Si te equivocas volvemos a empezar! Hoy, te dice lo mismo y qué lindo es escuchar esto.
Al lado de María, su mamá, Jesús aprendió a decir él también palabras lindas como: Te amo, eres especial para mí, ¿compartimos los juguetes?, ¿te ayudo a ordenar? Y así fue creciendo aprendiendo cada día a ser mejor niño.
También su papá José, que siempre estaba cerca, le enseñó a Jesús a decir cada día esas palabras mágicas que nos gustan escuchar y decir: gracias, por favor, perdón y permiso. ¡Cuánto aprendió Jesús al lado de su familia! Como ustedes con sus papás.
Y algo muy importante José y María enseñaron a Jesús a rezar y a consagrar todo lo que veía, escuchaba y decía a Dios. Protegií y educó su corazón de niño, como ahora quiere hacerlo con el nuestro
Por eso le decimos a María: Te consagro todo mi ser (repetimos…)
- Te consagro mis ojos para que la mirada sea bonita y no de enojo o berrinche… Decimos
- Te consagro mis oídos para escuchar las palabras que me ayudan a crecer y confiar, decimos…
- Te consagro mi lengua para expresar con mi boca todo aquello que le haba bien al otro y no lo ponga triste, decimos…
- Te consagro mi corazón para que sea bondadoso y generoso como el de Jesús, decimos…
Y llegó el momento tan especial, al pronunciar con todo nuestro cuerpo y nuestro corazón la oración de Consagración… Oh Señora mía, oh madre mía, yo me ofrezco todo a Tí, y en prueba de mi filial afecto, te consagro en este día, mis ojos, mis oídos , mi lengua, mi corazón. En una palabra, todo mi ser. Ya que soy todo tuyo, oh Madre de bondad, guárdame, defiéndeme y utilízame, como instrumento y posesión tuya. Amén.
María quiere quedarse para siempre en el hogar de ustedes, cerquita de tu corazón para que no te olvides que hoy consagraste todo tu ser a Ella y así cuide tus ojos, tus oídos, tu lengua y tu corazón como lo hizo con Jesús. Prepararon en familia un cuadrito que en la celebració adornó el altar, y la oración para que cada mañana y cada noche te consagres, junto a tu familia a Ella.
Esta celebración continuó con un encuentro en la noche por meet con las familias, acompañados por el P. Leo, sus palabra, oración y guitarra. Escuchamos cómo MARÍA nos quiere tanto y anhela ser nuestra mamá y entrar en nuestras vidas, cantamos juntos y rezamos delante de ese cuadro que nos recordará su presencia permanente y maternal.
Gracias seños Gaby y Érica, Sofía y Jessi por acompañar este proceso y por mantener viva esta luz que se ha prendido en nuestros corazones
Mientras escuchamos María de la alianza entregamos los cuadritos y los recibimos con mucho respeto.
Mostramos los cuadritos a la Mater y cantamos María está pasando por aquí
Nos vamos con el corazón lleno de alegría por llevar a nuestro hogar el cuadrito de María y que Ella proteja cada hogar. Nos despedimos haciendo una bonita señal de la cruz.
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