¿QUÉ ES EL JARDÍN DE MARÍA?
El Jardín de María nace como un apostolado de servicio y de atención personalizada, a NIVEL INTERNACIONAL, para dar apoyo a través de la oración y la comunicación a las personas que estén enfermas de forma física o psíquica. También a aquellas personas que necesitan restaurar los vínculos familiares, resolver problemas laborales o que se encuentran con problemas de alcoholismo, drogadicción, etc. El P. Kentenich se preocupaba especialmente de animar a las personas a salir de sí mismas, a abrirse y desarrollarse según el ideal y la misión que Dios le ha otorgado a cada uno. Queremos que se sientan “especialmente atendidos”.
El Jardín de María, estará compuesto por varias personas voluntarias que serán las «flores» de este jardín. A cada una de estas personas, la llamamos: flor. Cada flor estará acompañada de otras personas (3 o 4), a quienes llamamos: pétalos. Cada flor elige su nombre, de un listado en el que existen treinta y una flores. Una vez elegido el nombre de la flor, le tiene que añadir las palabras; “del Padre”. Ej. Lirio del Padre, Rosa del Padre, Azucena del Padre, etc.
La función de la flor y sus pétalos será rezar por la persona asignada y hacer un seguimiento personalizado.
Muchos encomiendan sus intenciones al P. Kentenich y piden el apoyo de la oración. El equipo del Secretariado Padre José Kentenich hace suyas esas intenciones en la oración personal y comunitaria. Todos los días 15 del mes se celebra una santa misa por todas las intenciones que se hayan comunicado.
En el Centro Educativo Dios Padre ya hay dos grupos de personas (flores) que están trabajando en este apostolado: Loto del Padre y Gergena del Padre. y cinco personas de nuestra comunidad que reciben la compañía de flores. (por distintos motivos: enfermedad, tristeza, falta de trabajo.
¿QUÉ SE NECESITA?
Se necesitan muchas flores y pétalos para poder llevar a cabo este apostolado. Con una buena organización podemos llenar el Jardín de María de muchas flores y podemos ayudar a muchas personas con nuestro rezo y servicio abnegado, por amor al prójimo, a la obra de Schoenstatt y a nuestro padre fundador, y así también contribuiremos con nuestra entrega y sacrificio a que el P. Kentenich sea reconocido y llegue a los altares de la santa Iglesia. Que su carisma esté vivo en nosotros y siguiendo sus huellas, podamos brindar un servicio desinteresado a cada persona; que solo nos mueva el amor, esa pasión por las almas, así como al P. Kentenich lo movió, hasta el punto de entregar la vida por sus hijos e hijas al ir a Dachau.
Si quieres mayor información comunicate conmigo. Liliana (261 5959230)
Hola Lili
Hermosa mision… como puedo yo ser flor… sería Azucena