“Aquí me pongo a cantar
al compás de la vigüela,
que el hombre que lo desvela
una pena estrordinaria,
como la ave solitaria
con el cantar se consuela”

Qué bueno volvernos a encontrar en esta fecha tan bonita para nuestra Patria.
Es bueno crecer en los vínculos, en los lazos con buenos afectos a nuestros orígenes, a nuestras costumbres.
Las costumbres de nuestra familia, nuestra comunidad, se transmiten y así también en nuestro Dios Padre.

Hablamos del 10 de noviembre, día de la Tradición, porque es el día del nacimiento del escritor, periodista, político, Don José Hernández. Escribió el libro “Martín Fierro” donde cuenta una historia, con sus usos y costumbres, de un gaucho, y a través de él conocemos como vivían el hombre de campo, en el campo y en la frontera cuidando nuestra Nación.

Hoy, se van generando nuevas tradiciones, costumbres, la dinámica de la vida nos lleva a cambios de hábitos, pero siempre es bueno recordar de donde venimos.

“El día de la tradición se celebra el 10 de noviembre, en conmemoración del nacimiento del poeta José Hernández, autor del libro Martín Fierro, máximo exponente de la literatura gauchesca argentina.
José Hernández realizó a lo largo de su vida, diferentes actividades, fue poeta, periodista, orador, comerciante, contador, taquígrafo, estanciero, soldado y político.

Desde los cuatros años comenzó a leer y escribir, se trasladó al campo por problemas de salud y allí tomó contacto con gran cantidad de gauchos e indios. Al estar tan cerca, conoció sus costumbres, su pensamiento, su lenguaje y cultura. Aprendiendo a comprenderlos y admirarlos profundamente, iniciando así el camino que lo llevaría a ser el autor del poema de género gauchesco que luego se convertiría en el libro que mejor relata el folclore de esos tiempos y que siempre recordamos

Su gran personalidad y su continua lucha en defensa de los derechos del gaucho y de nuestras raíces, lo que le trajo algunos problemas, pero esto no le hizo bajar los brazos.
Entonces cuando recordamos al día de la tradición, también traemos a la memoria a quien defendió al habitante del campo.

El Padre José Kentenich, nos educa en la pedagogía de las vinculaciones, nos transmite la educación como un vínculo cargado de afecto que permanece en el tiempo.
Las tradiciones se mantienen en el tiempo, si se cargan de afecto apositivo, de cariño, por el lazo a nuestro origen, a nuestras raíces, nos llevan al origen de nuestra historia, de nuestro país, de nuestra familia.
Hay tradiciones buenas y no tan buenas, la diferencia es en el afecto positivo, bueno, hacia el otro.

En nuestra escuela cultivamos las tradiciones porque creemos en el hecho, en la acción, de crecer vinculados a los otros a través de su historia.
Porque la escuela enseña, educa en la historia de su pueblo, de su región, de su familia, y estos valores no solo son de las ciencias, sino en la identidad de nuestra comunidad única, irrepetible, porque así somos, así es un alumno y su familia, únicos e irrepetibles.

Entregar, transmitir; la comunidad del Dios Padre en la trayectoria del alumno y su familias en la escuela, con los docentes, no docentes y directivos generamos los espacios para entregar y transmitir los valores de nuestra tradición.

«Los hermanos sean unidos
Porque esa es la ley primera
Tengan unión verdadera
En cualquier tiempo que sea
Porque si entre ellos pelean
Los devoran los de afuera.»