Acto del 9 de julio – Día de la Independencia

 “Familia, seamos refugio libre y alegre con Jesús y María hacia Dios Padre”

La Independencia de la Patria nació por brillantes ideales y pasiones elevadas. Es el hecho más importante del acontecer Argentino, y en sus principios están determinados los rumbos de nuestra democracia.
Existen razones sobradas para que sintamos orgullo y admiración sincera por quienes supieron ser artífices de nuestra Independencia; pero además, debemos demostrar nuestra gratitud, porque gracias a ellos, podemos llamarnos argentinos y vivir en un país republicano y democrático.

“Bandera de la Patria, celeste y blanca, símbolo de la unión y la fuerza con que nuestros padres nos dieron independencia y libertad; guía de la victoria en la guerra y del trabajo y la cultura en la paz.”

La bandera debe ser un signo de profunda solidaridad y unión entre nosotros. El General Belgrano le dio sentido de búsqueda y de lucha constante por nuestra libertad y nuestra fraternidad.

Todo tiene un significado, una razón, un fundamento; nuestra independencia fue un trabajo de todos. Para recordar cómo cada uno de nosotros da sentido y reafirma la libertad ganada en aquellos años, nos dirigirá la palabra la Profesora Gisella Cassatta:

Querida comunidad, bienvenidos a un nuevo aniversario de la declaración de la independencia.  Un día,  alguien en Tucumán abrió las puertas y el corazón, para que una casa acunara nuestra historia como país.  Hoy, 201 años después, nos reunimos a festejar este acontecimiento,  en el cual nuestra patria cumplió el gran sueño de ser una Nación Independiente.   Esta decisión, de declararse independientes de los Reyes de España,  fue una de las decisiones más importantes que tomaron los habitantes de las Provincias Unidas del Sur. Para lograrlo,  tuvieron que superar miedos, debilidades e inseguridades.
  Nuestros congresales, reunidos un Tucumán, eran hombres simples, como nosotros, que por amor a su tierra gritaron con coraje ¡SÍ! ante la pregunta de Narciso Laprida: «¿Quieren que las Provincias de América del Sur sean libres e independientes?»
  Pero, ¿A que temían los congresales?, ¿Por qué retardaban la exhibición de la bandera que había creado Belgrano en 1812?, ¿Por qué postergaban la declaración de la Independencia?. Se estaban enfrentando, y lo sabían, a un poder que los superaba. Pues, para que Argentina naciera, debían darle la espalda a España y perder el temor que inspiraban los reyes, principalmente Fernando VII.  Así, nuestra historia, se escribió con coraje; y nuestros congresales defendieron un destino que estaba siendo atacado en todo el continente americano.

 De manera que no sólo bastaba el liberar el suelo argentino, sino que era necesario el avance hacia los otros países limítrofes.  Por ello, fue esencial  el cruce de los Andes que realizara Nuestro General José de San Martín. Allí el plan continental de Independencia que habitaba en la mente del libertador, exigía preparar un ejército pequeño, pero bien disciplinado en suelo mendocino, sorprender al enemigo cruzando la cordillera de Los Andes y una vez liberado Chile, reforzar las tropas con la incorporación del ejército del país trasandino.

 25 años atrás otra puerta se abría: muchas personas con su aporte material y espiritual y el Gobierno de Mendoza, otorgaban un impulso inicial al proyecto de  un grupo de jóvenes educadores, valientes y soñadores, quienes acunaban el anhelo de Educar a personas libres, bajo la protección de María, y así nace nuestro Querido Centro Educativo Dios Padre.

 Ellos al igual que los Congresales de 1816 tuvieron que superar miedos, debilidades e inseguridades. Pero tal como lo hizo el ejército libertador, se prepararon, se disciplinaron y perseveraron en la Conquista de este lugar, que hoy nos acuna.

 

 

         La declaración de independencia, el cruce de los Andes y la Fundación de nuestro querido Centro Educativo Dios Padre son expresiones de libertad, que marcaron la historia de una Patria, de un Continente y de una Institución Educativa. Hitos que reflejan la búsqueda de la libertad interior de sus protagonistas. Porque en definitiva toda conquista de libertad exige tomar decisiones, ser valientes, osados soñadores, perseverantes y confiados en el Creador. Es necesario reflexionar entonces sobre el significado actual de estos acontecimientos. Qué nos dicen  a cada uno de nosotros los hechos que hoy recordamos? Qué decisiones debo tomar yo, para conquistar mi libertad interior??

          Debemos romper las cadenas de la injusticia, de la mentira, del egoísmo, de la ambición y luchar por forjar un país más justo, sincero, solidario. Un país más fuerte en sus ideales y a la vez un país que conserva sus tradiciones y costumbres. Sólo así seremos una Nación libre e independiente. Sólo así seremos una comunidad libre, alegre y confiada.

 Sabemos que no es fácil pero no es imposible, sólo hay que formar el mismo valor y el mismo ímpetu que tuvieron aquellos hombres y mujeres que forjaron nuestra historia. Y aliarnos a nuestra querida Madre para ser sus pequeños instrumentos.

 Es nuestro deber, como lo fue en 1816, defender nuestra identidad, nuestra tierra, nuestros derechos a tener una vida digna. Y seguir gritando todos juntos ¡Viva la Independencia!

Luego hubo números artísticos de varios cursos recordando, reviviendo y arraigándonos en nuestras raíces y nuestro ser argentino.

 Agradecemos la presencia a todos y los invitamos a reflexionar sobre los ideales que nos dieron origen como nación.

Número artístico:

(Los alumnos representarán en el escenario lo que los locutores van narrando) (Música de la época)

Locutor 1: Después del 25 de mayo de 1810, comenzaron las discusiones sobre  cuándo y cómo se declararía nuestra Independencia. Dentro de la Primera Junta había diferencias profundas. Moreno y sus seguidores querían encaminarse rápido hacia una franca declaración de independencia, para agregarle cambios sociales y económicos a la revolución política.

 

Locutor 2: El sector saavedristas proponía ir despacio, sin modificar el orden social y económico heredado de la colonia.

………………………

Locutor 1: En 1813 con la creación del Himno, los Símbolos Patrios y la moneda, volvió a surgir la ilusión de la Independencia.

 Locutor 2: Pero fue rápidamente frustrada por la política que llevó adelante el primer presidente de la Asamblea del Año XIII, Carlos María de Alvear.

Locutor 1: En todos lados hubo protestas y hasta San Martín, indignado, decidió renunciar a su cargo de Gobernador Intendente de Cuyo, para manifestar su disgusto.

…………………………………..

Locutor 1: En 1815, tras la deposición de Alvear como Director Supremo ocurrida el 15 de abril, el director interino Ignacio Álvarez Thomas, envió una circular a las provincias invitándolas a realizar la elección de diputados para un congreso general que se reuniría en Tucumán.

Locutor 2: El 9 de julio de 1816 presidía el Congreso el sanjuanino Narciso Laprida. Ese día finalmente, los diputados se decidieron a discutir el tema de la Independencia. El secretario, Juan José Paso, preguntó a los congresales:

Juan José Paso: ¿Quieren que las Provincias de la Unión sean una nación libre de los Reyes de España y su metrópoli?

 Locutor 1: Todos los diputados aprobaron, por aclamación primero y después, uno a uno, la propuesta de Paso.

Diputados: ¡Sí! ¡Queremos la libertad! ¡Independencia! ¡Libertad! ¡Libertad! ¡Libertad!

Locutor 2: La gente que miraba la escena por las ventanas de la casa estalló en gritos de alegría.

Alumnos de 3º año: ¡Libertad! ¡Viva la Patria! ¡Viva! (Baile)

Locutor 1: El general La Madrid, que en ese entonces se encontraba en Tucumán formando parte del Ejército Auxiliar del Perú, a las órdenes del general Belgrano, cuenta en sus Memorias…

 

La Madrid: “declarada la independencia el 9 de julio, nos propusimos todos los jefes del ejército, incluso el señor General en jefe, dar un gran baile en celebridad de tan solemne declaratoria; el baile tuvo lugar con esplendor en el patio de la misma casa del Congreso, que era el más espacioso. Asistieron a él todas las señoras de lo principal del pueblo y de las muchas familias emigradas que había de Salta y Jujuy, como de los pueblos que hoy forman la república de Bolivia”

Locutor 2: Con lágrimas de alegría la comunidad acompaña el baile en este momento histórico. Este baile representa toda una trayectoria en este suelo y el comienzo, el impulso y la emoción de un nuevo horizonte.

Locutor 1: La danza unifica el esfuerzo, las alegrías, los desafíos compartidos y la ilusión y la esperanza de que esto perdure por siempre.

Locutor 2: Uniendo hechos, sentimientos y deseos, el General Belgrano nos dice…

Belgrano: (con una bandera) Ella representa la independencia misma, viene ungida de un pasado glorioso, es símbolo heroico de sacrificios y trae anhelos de esperanzas y trabajos compartidos.

Nuestra Bandera celeste y blanca es también  la esperanza del hogar y la esperanza de la Patria.

Si queremos niños que crezcan en la inocencia y en la confianza, y jóvenes con acciones limpias y puras, defendamos la bandera y honrémosla con nuestras acciones.

Locutor 1: Para que la Independencia sea total y duradera, nuestros patriotas apuestan por la Independencia de América del Sur.

(Belgrano le entrega la bandera a San Martín y este cruza el escenario seguido de los bailarines y algunos patriotas)

Locutor 2: San Martín emprende en 1817 una de las mayores hazañas de la historia militar universal, cruza Los Andes para liberar a América.

(Todos en el centro del escenario)

San Martín: Juro por mi honor y por la patria sostener con mi espada y con mi sangre, la bandera que desde hoy cubre las armas del Ejército de los Andes.

Divididos seremos esclavos: unidos estoy seguro que los batiremos; hagamos un esfuerzo de patriotismo, depongamos resentimientos particulares, y concluyamos nuestra obra con honor.
Seamos libres, lo demás no importa nada.

Locutor 1: Se había desafiado a la altura, se la había vencido, para conquistarla para siempre.

(Música instrumental del himno Nacional, tres alumnas en el escenario levantan un paño celeste y blanco formando la bandera)

  • ¡Oíd, mortales!, el grito sagrado:
    ¡libertad!, ¡libertad!, ¡libertad!
    Oíd el ruido de rotas cadenas
    ved en trono a la noble igualdad.
    Se levanta a la faz de la Tierra
    una nueva y gloriosa Nación
    coronada su sien de laureles
    y a sus plantas rendido un león.

 

  • El valiente argentino a las armas
    corre ardiendo con brío y valor, el clarín de la guerra, cual trueno,
    en los campos del Sud resonó.
    Buenos Aires se pone a la frente
    de los pueblos de la ínclita Unión,
    y con brazos robustos desgarran
    al ibérico altivo león.

 

  • Desde un polo hasta el otro resuena
    de la fama el sonoro clarín,
    y de América el nombre enseñando
    les repite: ¡Mortales, oíd!
    Ya su trono dignísimo abrieron
    las Provincias Unidas del Sud!
    Y los libres del mundo responden:
    ¡Al gran Pueblo Argentino, salud!

(Otras tres alumnas toman los paños del otro extremo y cruzan el escenario abarcando a San Martín y los soldados)

 

 Todos: Sean eternos los laureles

que supimos conseguir:

coronados de gloria vivamos,

o juremos con gloria morir.

¡VIVA LA PATRIA!,

¡VIVA LA INDEPENDENCIA!

¡VIVA LA LIBERTAD!

(1) 

 

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