Desde hace muchos años es una tradición que por  grupos de 4 o 5 chicos, merendar con los directivos. Es un momento ameno, cordial, distendido que apunta a fortalecer los vínculos con los alumnos.

Entre charla y charla, preguntas y respuestas, risas y  chistes, nos conocemos un poquito más, en un clima fraterno. Generalmente es con los alumnos de 7º grado  A y B y el tema que más resalta es el viaje a Puerto Madryn.

Siempre les decimos que es como almorzando con Mirtha, pero en este caso merienda. También nos gusta decirles que como el Padre Kentenich decía: “Quien me busque me hallará en el Santuario…”, a nosotros quien nos busque nos hallará en la Dirección.

Hablamos de sus proyectos para el secundario, las materias que más les gusta, la carrera que les interesaría seguir, reforzamos datos familiares, intentamos reflexionar sobre el celular y las consecuencias del mal uso

Al finalizar les regalamos una imagen de la Iglesia de Dios Padre y les contamos la Historia de su nombre y su relación con el nombre de nuestra escuela. También de la idea del Padre Kentenich sobre Argentina y su misión patrocéntrica. Nuestro ideal es ayudar a formar personalidades maternales y paternales.

Resulta una experiencia muy rica a la hora de sentirnos más cercanos, logrando una atmósfera sana y familiar.