Queridos hermanos, estamos viviendo un tiempo rico en alegrías y sorpresas… comenzando por los 25 años de sacerdocio del Padre Alberto, el festejo del día de todos nuestros sacerdotes; las visita de la imagen del Niño Jesús y su pronta entronización en la cárcel Almafuerte; y de la imagen de La Purísima, patrona de nuestro departamento; la celebración de la Asunción de María a los cielos; el festejo del bicentenario de una epopeya argentina en la  búsq

ueda de nuestra libertad como Pueblo; este próximo domingo, el día del niño; el lunes 21, día de los catequistas; el martes 22, día de Santa María Reina, y que el domingo 27, va ser coronada en el santuario de la Puntilla como Reina de la Iglesia…

¡Cuántos motivos para seguir agradeciendo a nuestro Dios su amor de Padre para con nosotros; y de María, que no limita su ternura como Madre Celestial!

Entonces… no dejemos de acrecentar en nuestro corazón, el amor, la pureza, la libertad, la veracidad, la victoriosidad, la inocencia, la inquietud de niños gustosos por disfrutar la vida… ¡Que nada, nos quite la alegría!!!

Nuestras intenciones del mes … “Señor, que sepamos buscarte como niños”

• Te pedimos Señor, por el Papa Francisco, los obispos y sacerdotes; dales la alegría de servirte en los hermanos, para que conduzcan a tu rebaño según los sentimientos de tu corazón. 
• Te pedimos Señor, por el Padre Alberto, y en él te agradecemos su amor a Ti y a su vocación sacerdotal.
• En el bicentenario de nuestra epopeya sanmartiniana, te pedimos Señor, por nuestra Patria y gobernantes, para que seamos ciudadanos de una libertad vivida en verdad, justicia y paz.
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• Por nuestras familias Señor… no sueltes nuestras manos, para que unidos a Ti, podamos seguir creciendo en sabiduría y gracia.
• Te pedimos Señor, por los enfermos de nuestra comunidad y por todos aquellos que nos piden oraciones, para que tu amor obre milagros en cada uno de ellos bendiciéndolos con tu sanación.
• Por el Padre José kentenich, concédenos la alegría de su pronta canonización.
• Te pedimos Señor, por la comunidad del Dios Padre, para que como Familia, seamos refugio libre y alegre para todos los que viven en esta casa de estudios y mantenernos “unidos en una perfecta alegría de vida.”

Profesor Marcelo Lucero y alumnos de segundo año.