Estamos aquí en un tiempo especial y de un modo especial.  Alrededor de nuestra Capilla, este lugar tan querido por todos y que nuestro padre José considera el taller del hombre y la mujer nueva. Con una gran esperanza: Que María sea para nuestros hijos su Madre y Educadora, especialmente en este tiempo de pandemia que aún estamos viviendo y que aún preocupa al corazón.

Recordaremos desde este lugar un 12 de abril de 1894 cuando Catalina  la mamá de nuestro padre José, sale de Gymnich llevando a su hijo a Oberhausen, para dejarlo en el Orfanato “San Vicente”. Ella debía trabajar y no podía tenerlo consigo. Ese 12 de abril, antes de ingresar a Colonia, entró con el niño a la capilla de la casa. Se encontró con una imagen de la Santísima Virgen y animada por una fe sencilla, le encomendó a Ella la educación de su hijo.

El padre José, siendo grande cuenta este imborrable recuerdo y nos dice: “Hace varios años en la capilla de un orfanato, vi una estatua de la Sma. Virgen con una cadena de oro y una cruz al cuello. Recuerdos de la primera Comunión de una madre que debió dejar a su único hijo en el orfanato. Tomó el único recuerdo de su infancia y lo pone en el cuello de la Virgen suplicando: ¡Educa Tú a mi hijo, Sé para él plenamente Madre!. Hoy este hijo es un sacerdote… que trabaja fecundamente para la gloria de Dios y de su Madre Celestial.”

Aquel acontecimiento en la vida de ese niño de 9 años contenía el germen de la gran obra fundada por el Padre José de la que nosotros, somos parte.

Hoy como Catalina, las mamás quieren consagrar a María  cada uno de sus  hijos para que sea Ella la que moldee su corazón como hizo con el padre José y lo haga más parecido al de Jesús, así como lo hiciera con el padre José. Por eso como niños respondemos:

“María toma mi corazón”:

• Para llenarlo de tu pureza y de tu amor. María toma mi corazón.
• Para llenarlo de tu humildad y tu ternura… María toma mi corazón.
• Para llenarlo de las actitudes de Jesús aprendiendo a amar a todos…María toma mi corazón.

Como símbolo de esta pureza el niño toma la flor blanca en su mano y se la regala a María mientras escuchamos esta hermosa canción. Virgencita María o cantamos María esta pasando por aquí

Catalina como expresión de confianza entrega a la Virgen una cruz y una cadena de oro que su madrina le había regalado en su Primera Comunión, colgándolas en su cuello. El niño vio todo. Posiblemente su mamá actuó sin decir nada, pero ese gesto debió calar muy hondo en el corazón del padre José. Algo profundo sucedió entre él y la Santísima Virgen, porque años más tarde, dirá: “Mi educación fue exclusivamente obra de la Santísima Virgen. Ella fue quien me formó personalmente desde los 9 años”

Este mismo gesto harán las mamás, colocarán la cadenita en el cuello de su hijo pidiéndole a María como lo hiciera Catalina, que sea Ella la que cuide y proteja cada día su tesoro más preciado; respondiendo a cada intención: “Educa tú a i hijo”

• En sus alegrías y tristezas junto a mí… Educa Tú a mi hijo.
• En sus tropiezos y debilidades junto a mí… Educa Tú a mi hijo.
• En aquellos momentos donde yo no puedo estar cerca… Educa Tú a mi hijo

Cada mamá escribió una oración a María en la que pide ofrece y agradece por su pequeño tesoro. Mientras escuchamos María de la Alianza, cada mamá lee al oído con mucho amor esta oración a su hijo.

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El 10 de octubre de 2021, celebramos 41 años que nuestra madre se quedó en el Santuario de la Puntilla, en Mendoza y desde allí, derrama sus gracias de cobijamiento, transformación interior y envío apostólico, lo mismo sucede hoy en nuestra capilla por eso consagraremos nuestros niños y familia con todo lo que somos y tenemos, rezando: Oh Señora mía…

Que tu dulce nombre María llene de ternura, paciencia, bondad y respeto el corazón de los papás, los abuelos, la familia para que, junto a vos, eduquen a los niños, los lleven a Jesús y hagan de sus vidas un transparente de Cristo.

Pedimos a las mamás que cada una bendiga a su hijo. Dar la bendición es recibir el abrazo de Dios y seguramente hoy los quiere abrazar especialmente junto con María.

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Cantamos El amor de Dios, María está pasando por aquí.

Que la bendición de Dios Padre, por intercesión de María y por la oración del padre José llegue a cada uno de ustedes y sus familias en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amen

Nos despedimos cantando con mucha fuerza María de la Alianza.

profe GABRIELA MUSOLINO