El vía crucis nos invita a contemplar la Pasión de Jesús… una pasión que despertó amor, odio y celos intensos en la trama de una entrega desmedida sin sentido y comprensión humana.

«Tú eres el Dios del perdón y la ternura» Ne 9,171

Pareciera que fuera paradójico que la «ternura», sea parte del camino de la cruz. Camino lleno de dolor que fue regado por la sangre de Nuestro Señor Jesucristo. Sin embargo, no podemos concebir la «cruz» sin el perdón y la ternura de Dios Padre hacia nosotros, sus hijos. Sí, nosotros, sus hijos, merecedores de un cariño puro y gratuito, de una dulzura delicada e inconmensurable.

¿No han sido capaces de rezar conmigo? (Mt 26,40) Señor, tú sabes que te queremos a pesar de nuestras debilidades, y este año no queremos dejar de acompañarte, una vez más, te decimos, ¡aquí estamos Señor! El vía Crucis Familiar es un motivo más en la ida del colegio para seguir convocando a la familia en la demostración de nuestra fe cristiana.

Lleve usted, su cruz, tranquilo, humilde, valiente. ¡Así ayuda usted a salvar el mundo! Padre José Kentenich

La cruz, también es signo de las crisis personales, familiares y de nuestra patria. ¡Solos no podemos! Las cruces compartidas son más llevaderas si puedo contar con los míos; los dolores se vuelven menos intensos y hasta las lágrimas calan menos. Pero a veces, no son suficientes las fuerzas humanas- Por eso recorrimos este caminar con Jesús y María. Ellos son nuestro cireneo.

«¡No dejemos de ser HOGAR!»

«Quien de hogar a otros, lo encuentra» P. J.K.

La palabra «hogar» proviene del lugar donde se encendía el fuego, a cuyo alrededor se reunía la familia para calentarse y alimentarse. Esa calidez, seguridad y calma las encuentro con aquellos que comparten su vida conmigo. En tiempos difíciles, busquemos fortalecer nuestros vínculos para superar las crisis.

¡Hasta el próximo vía crucis!

PROFE KELO