El viernes 9 de marzo, nos unimos en oración con todo el país, a parroquias y colegios en una jornada de ADORACIÓN a nuestro Señor.

Por cursos invitábamos a la Capilla a rezar junto al Santísimo. fueron momentos de mucha profundidad. Comenzábamos con la lectura del Evangelio del día, que la providencia nos regaló. Marcos 12, 28 al 34 sobre el mandamiento del Amor. Amar a Dios con toda nuestra alma, nuestras fuerzas, nuestro corazòn y al pròximo como a uno mismo. ¡Cuánto nos dice con estas palabras para el sentido de nuestra oración!

Pudimos pedir perdòn por todos nuestros actos realizados con poco amor y por aquellos que no lo AMAN. Agradecimos por nuestra vida y pedimos por aquellas vidas que están en peligro.

Escuchamos una canciòn de un bebè que le habla a su mamá desde el vientre que nos ayudó a pensar en esas indefensas personitas…

Recordamos en la vida del Padre Kentenich cuando su mamà estando embarazada de él, vivió momentos de mucha angustia por la situaciòn (era madre soltera, sin trabajo y pocos recursos)pensó en qutarse la vida y acabar con todo eso. La abuela del Padre Josè persibiendo que había una atmósfera muy fea, tomó agua bendita y bendijo cada rincón de su casa. Esa acción, de pedido de ayuda en lo sobrenatural, hizo que Catalina siguiera con el embarazo y terminara con esa angustia que la atormentaba.

Y ahora podemos agradecer la vida del Padre José, que nos trajo un mensaje tan claro de Dios para nuestro tiempo… El Padre José fue un hijo fiel que mantuvo contacto con su mamá muy especial a quien agradecía por la vida. Nosotros también agradecemos a esa mamá y al Señor por salvar la vida del Padre.

Que María, nuestra Madre y Reina vele por nuestra Argentina y estas decisiones que marcan la historia de nuestra Patria y que guarde y proteja el corazón y la vida de nuestros niños y jóvenes y de sus familias.