«Bendita sea tu pureza, y eternamente lo seas,
pues todo u Dios se recrea, en tan graciosa belleza.
A Tí, Celestial princesa, Virgen Sagrada María,
yo te ofrezco en este día, alma, vida y corazón.
Mírame con compasión, no me dejes Madre mía.»
El lunes 14 y el martes 15 de agosto, nos visitó con todo su esplendor, LA PURÍSIMA, patrona de nuestro departamento de Guaymallén.
UN POCO DE HISTORIA
El 25 de Mayo de 1964, la comuna de Guaymallén, firma el decreto declarando a la Virgen María, bajo la advocación “LA PURISIMA”, como patrona de Guaymallén.
La imagen original fue donada por la Sra. Lucila Bombal y se encuentra en la Parroquia Murialdo (La Purisima)
Allá por el año 1.995 – Año en que asumía como Obispo de Mendoza – José María Arancibia – y ante el Pedido de la Gente del Polideportivo de Guaymallén, se traslada por primera vez la imagen original, desde la Iglesia Murialdo.
De allí surge la idea por parte Hombres de Acción Católica Sagrada Familia de hacer una Réplica de la imagen para poder trasladarla por las parroquias de Guaymallén y propusieron la fiesta de la Purisima Patrona de Guaymallén todos los 8 de diciembre.
Los hombres de Acción Católica dan el trabajo de construir la imagen a un escultor Mendocino y un gran grupo de personas de la comunidad trabajaron en la corona (de plata), pelo (es natural y donado por varias personas), capa, vestido (con un detalle en el frente en color dorado que fue hecho a mano con un pomo simulando un bordado increíble), corona de plata, escudo de madera tallado a mano, base articulada para que pase por todas las entradas, cúpula de policarbonato iluminada.
Desde hace varios años esta imagen peregrina por las parroquias del departamento.
Por ciclos o grados pudimos tener un encuentro con Ella, la miramos, charlamos sobre sus virtudes y sobre todo le pedimos que nos asemeje a su imagen, que nos regale OJOS, OÍDOS, LENGUA Y CORAZÓN PUROS.
Pudimos recordar los DOGMAS MARIANOS con los mayores, descubriendo en ellos ¡tanta sabiduría divina!
El lunes coincidió con la visita de la Hna María de los Ángeles, del movimiento de Schoenstatt, asesora de la Juventud Femenina, quien compartió este momento con los alumnos del primer ciclo.
Es momento de pedir a la Virgen por tus preocupaciones, tus temores, tus dolores, también tus esperanzas y tus alegrías. Es nuestra madre que nos ama y nos escucha. Es ella que viene como mensajera de amor para pedir por nosotros, uno por uno, porque es la madre de todos. Esta es tu oportunidad para contarle todo lo que quieras y pedirle lo que necesites, con fe, sin miedos, con confianza, como haría un niño pequeño con su madre. Ella es la nuestra, LA QUE NUNCA FALLA.
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