El 16 y 17 de setiembre, tercer año con sus mamás nos reunimos en nuestro Santuario Escuela, taller del hombre nuevo para recordar un hecho que marcó la vida de nuestro padre José y que queremos renovar.

Un 12 de abril de 1895 el Padre Kentenich fue consagrado a María por su mamá que debía dejarlo en un orfanato. Ella devota de María le encarga una misión y le dice: «Educa tú a mi hijo». Estas palabras resonaron siempre en el corazón del pequeño José quien nunca soltó la mano de su mamá María. Y mas tarde dirá: «De este momento especial vivido con María nació mi obra entregada totalmente a Ella»

Hoy como niños queremos entregar a María nuestro corazón para que Ella lo vaya moldeando como hizo con el Padre José y lo haga más parecido al de Jesús. Por eso los niños dicen a cada intención: MARÍA TOMA MI CORAZÓN.

• Para llenarlo de tu pureza y de tu amor. María…
• Para llenarlo de tu humildad y de tu ternura. María…
• Para llenarlo de las actitudes de Jesús aprendiendo a amar a todos. María.

Como ofrenda a nuestra Madre y símbolo de nuestro corazón puro le entregamos a Ella una flor blanca. «María está aquí…»

La mamá del Padre José con un corazón eternamente agradecido y confiando plenamente en María le entrega a su hijo. Ahora las mamás responderán a cada intención: EDUCA TÚ A MI HIJO.

• En sus alegrías y tristezas junto a mí…
• En sus tropiezos y debilidades…
• En aquellos momentos donde yo no puedo estar cerca…

Cada mamá escribió una oración a María en la que agradece, pide y ofrece por cada pequeño.

Nuestros hijos son el tesoro más preciado que tenemos. Para Catalina, la mamá del pequeño José también y ella tenía de tesoro una cadenita de oro desde su primera comunión. Esa cadenita fue colocada en el cuello de María para que Ella nunca dejara de cuidar y proteger a su TESORO.

Hoy, las mamás colocarán en el cuello de cada uno de ustedes una cadenita como símbolo de entrega a María porque Ella es la mamá que cuida y ama.

Nuestra Iglesia celebra en este mes el Dulce nombre de María, a Ella, la madre de la ternura le consagramos nuestros pequeños con todo lo que son y lo que tienen diciéndole Oh Señora mía, Oh, Madre mía…

Que tu dulce nombre María llena de ternura, paciencia, bondad y respeto el corazón de las mamás y papas, abuelos para que junto a vos eduquen a los niños, los lleven a Jesús y hagan de su vida un transparente de Cristo.

Le cantamos a María mamá MARÍA DE LA ALIANZA, y que Dios Padre amoroso y misericordioso los bendiga en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

SEÑO MARGA Y GABY